miércoles, 29 de abril de 2009

Stand-up (contra la astenia primaveral)

Ingredientes:
-ánimo decaído
-fatiga muscular
-pérdida de concentración
-trastorno del sueño
-disminución del deseo sexual
-chocolate en polvo
-azúcar

Esta receta nos recuerda que la energía (mucha o poca) ni se crea ni se destruye, sino que simplemente se transforma.

Se bate el ánimo decaído con un batidor de varillas hasta levantarlo a punto de nieve. Se incorporan el resto de ingredientes y se mezcla bien todo con mucho cuidado para evitar que el aire generado al batir escape, lo que provocaría el de-soufflé de la espuma conseguida. Poner a enfriar en el refrigerador una o dos horas para que coja consitencia.

Hay que ser generosos con el chocolate y el azúcar.

En caso de diabetes sea generoso con los edulcorantes y elija un chocolate sugar-free. Disfrutar.

Si no disponemos de todos los ingredientes no pasa nada, los únicos indispensables son el chocolate y el azúcar (o el edulcorante.)

lunes, 20 de abril de 2009

Buenos tiempos para la Lírica

Queridos versófagos, dentro de nuestra sección de Literatura gastronómica, hoy nos dedicaremos al mundo de la lírica. Empezaremos con una breve aproximación a algunos autores españoles conocidos por todos. Más adelante indagaremos en poetas menos populares y algún que otro escritor en lengua extranjera.


Como norma general, y si desconocemos el autor de los versos que vamos a cocinar, es recomendable usar el procedimiento de la cocción al vapor. De esta manera no se corren demasiados riesgos y nos aseguramos que no modificaremos en demasía la esencia del poema. Como mucho, nos puede encoger un poco la métrica, pero este problema se solventa si antes de poner en la vaporera damos un corte (o cesura) a cada verso para hacerlo más flexible.

Entrando ya en casos particulares pasamos a dar una recomendaciones básicas por autores:

Lorca, siempre en ensalada, con un hilo de aceite crudo, sal y unas gotas de vinagre. Si se trata de algún fragmento de Poeta en Nueva York, mejor comerlo sin aliño. Si disponemos de unos gajos de naranja, redondearemos el plato.

Cernuda, siempre muy bien cocido. Lo ideal sería hacerlo confitado en aceite a fuego muy lento. Cernuda es contundente y complejo, pero si se encuentra el punto de cocción entra en el cuerpo para quedarse para siempre.

Alberti, rebozado y frito en aceite muy caliente, que quede crujiente por fuera y tierno por dentro. Añadir sal generosamente una vez frito.

Con Ausiàs March, lo mejor es hacer una sopa cubierta. Se desmenuza bien todo y se toma calentito, a cucharadas grandes. Te garantizo que siempre se encuentra algún tropezón interesante.

Vicent Andrés Estellés, a la plancha vuelta y vuelta o con un hilo de aceite crudo. Acompáñalo con un tomate fresco de la huerta o con una guarnición de pimientos asados al horno.


¡Ale, ya podéis empezar a experimentar!

lunes, 6 de abril de 2009

Cosas que debería saber un vegetariano.

Si hacemos caso a la máxima “somos lo que comemos” y la aplicamos con todas sus consecuencias a nuestro quehacer nutricional nos vemos en la obligación de recordar a los señores vegetarianos algunas conclusiones derivadas de tal máxima.

En primer lugar, el vegetariano no debería comer, por ejemplo, plantas carnívoras por muy plantas que éstas sean, debido a que estaría ingiriendo indirectamente esas proteínas de origen animal que quieren evitarse.

Así mismo podemos decir que el vegetariano puede comer la carne de cualquier animal herbívoro: vacas, conejos, cordero, caballo etc. puesto que la máxima "somos lo que comemos" convierte a todos esos animales prácticamente en criaturas del reino vegetal.

Quedan por supuesto excluídos de la dieta vegetariana los omnívoros (y nunca bien ponderados) suidos domésticos (o marranos) y otras especies sospechosas como el tofu salvaje.

En cuanto a los huevos, los dejamos en cuarentena, puesto que, al no comer, no sabemos a qué reino pertenecen.