lunes, 26 de enero de 2009

Cordero de Dios



-Ingredientes pertinentes
-cordero
-hostias consagradas

Cocinar, con los ingredientes pertinentes, el cordero a su gusto (horno, plancha, guisado etc.) y servirlo acompañado de una guarnición de hostias consagradas (cuerpo de Cristo) un poco tostadas en el horno. Las hostias se deben tener en el horno hasta que empiecen a coger color. Vigile que no se hagan demasiado ni se quemen, así evitará un nuevo sufrimiento a Nuestro Señor y conseguirá que el sabor no amargue.
Después de comer, usted se habrá hecho mejor persona.
En caso contrario, revise la ejecución de la receta y, sobretodo, reflexione sobre la efectividad del sacramento de la comunión.

jueves, 22 de enero de 2009

Comer con los ojos


(versión libre albedrío de la dieta de Alicia)


Ingredientes:
-su plato preferido ya cocinado
-microondas (opcional)

Siéntese a la mesa delante del plato y obsérvelo con atención. Al cabo de una hora más o menos advierta si su estómago está satisfecho. Saque sus propias conclusiones y obre en consecuencia.

sábado, 17 de enero de 2009

Sentimientos Resecos


En la cocina no se tira nada: esa carne cocida que ha sobrado, esos garbanzos en stock, esas corbatas que ya casi no te pones, todo puede ser reciclado con un poco de imaginación, incluso los sentimientos.
Digo más: si no fuera por ese afán de economía no existirían las croquetas, la pizza, la sopa cubierta, el perdón o el sushi de corbata.


Procedimiento:
-Poner los sentimientos resecos a remojo en agua tibia de 10 a 12 horas cambiando el agua 2 veces.
-Una vez hidratados, usarlos como si fueran frescos.

NOTA: hay que tener en cuenta la cantidad que vamos a utilizar, porque los sentimientos resecos aumentan tres veces su tamaño cuando pasan por el agua.

miércoles, 7 de enero de 2009

Dieta de Alicia


Chuletón de Buey

Ingredientes:
-1 chuletón de buey (no importa que tenga mucha grasa)
-sal gruesa
-1 espejo grande
-1 mesita

Asar a la plancha el chuletón con un poco de sal gruesa. Servirlo en la mesita delante del espejo. Cómase lo que ve a través del espejo. Póngase de pie y mírese.
¿No se ve más delgado?

NOTA: Éste es sólo un ejemplo. Puede realizar la misma operación con cualquier plato de su agrado sin preocuparse por las grasas, azúcar, ni siquiera por la cantidad. Coma cuanto quiera pero recuerde: siempre a través del espejo.