jueves, 18 de febrero de 2010

ALDABAS


Si eres un tragaldabas no creo que esta receta tenga secretos para ti, pero para los menos comedores, o para buenos comedores centrados en otras especialidades culinarias (tragabuches, fartones, etc.) puede que sea una aportación novedosa en su dieta.

Lo más importante para la elaboración de la receta es la materia prima. Las aldabas deben ser de primera calidad y, a poder ser, frescas de este siglo o del último tercio del siglo anterior como mucho.

El tamaño depende de la capacidad buco-faríngea del comensal. Los hay que se las comen de dos en dos y los hay que se las comen dobladas, pero lo mejor es encontrar un tamaño mediano asequible a cualquier paladar.

El estilo es algo muy personal, desde las sencillas anillas hasta las trabajados puños anillados (fist-cooking) el catálogo de aldabas y aldabones es muy extenso. Elija el más adecuado para cada ocasión.

Por supuesto el material del picaporte ha de ser inoxidable y debe acompañarse de un un medio oleoso que facilite el tránsito. Nosotros recomendamos el aceite de oliva virgen extra por sus propiedades beneficiosas en general.

Toc-toc, la comida llama a la puerta...